En mi opinión, hay personas que se han destacado, en la disciplina que fuere, y el haber partido de este plano tiempo antes del boom de internet y de las redes sociales ha provocado que su legado pierda difusión, que pueda caer en el olvido o que las nuevas generaciones lo desconozcan. Por eso quienes seguimos el trabajo de estas personas tenemos la tarea de mantener viva la memoria por el medio que sea. En este caso me voy a referir al gran investigador español Andreas Faber-Kaiser quién hace 25 años, un 14 de marzo de 1994, falleció víctima del sida en el hospital barcelonés de Can Ruti.
Faber-Kaiser nació en Barcelona el 5 de abril de 1944, fué licenciado en Filosofía y Letras. Pero el ser un apasionado del espacio lo llevó a ganar el Premio Nacional de Astronáutica "Julio Marial" en el año 1972 y también a publicar su libro "Cosmos: Cronología General de la Astronáutica". Su interés por los misterios de la historia y su convencimiento de que los antiguos dioses tenían relación con los Ovnis lo llevó a convertirse en investigador. En el año 1985 el investigador español Juan José Benítez envió un cuestionario a distintos colegas del momento y en una de las preguntas Faber-Kaiser puntualizaba lo siguiente: "El ser humano del planeta Tierra es un producto fabricado por seres inteligentes que poblaban el universo o parte del mismo mucho antes de nuestra existencia. Estos seres nos han puesto en el planeta que hoy poblamos y siguen controlando de cerca nuestra evolución. Nunca han dejado de encauzar sutilmente el curso de nuestra historia..."
En junio de 1976 aparece el primer número de la publicación "Mundo Desconocido" concebida por Faber-Kaiser en colaboración con el investigador argentino Alejandro Vignati. Hasta su último número aparecido a finales de 1982 sus páginas le permitieron al publico español disfrutar de investigaciones y colaboraciones de grandes autores e investigadores del mundo como ser: Peter Kolosimo, Erich von Daniken, J. Allen Hynek, Aimé Michel, Zecharia Sitchin, Jacques Vallée, Salvador Freixedo, Fernando Jiménez del Oso, Antonio Ribera, Enrique de Vicente y Juan José Benítez entre otros. Faber-Kaiser también publicó varios libros: "¿Sacerdotes o Cosmonautas?" (1971), "Los Grandes Enigmas del Cielo y de la Tierra" (1973). En 1976 localizó la supuesta tumba de Jesús en la frontera de Pakistán con Cachemira, esta investigación derivó en el libro "Jesús Vivió y Murió en Cachemira". Después de presentar algunos libros sobre documentos Ovni de la CIA en 1984 edita "La Caverna de los Tesoros" donde se narra el viaje de los Reyes Magos a Belén, el secreto de los gigantes y otros temas apasionantes. Ese mismo año también nos presenta "Las Nubes del Engaño" y "Fuera de Control" ambos dedicados a la causística Ovni en la historia de la Humanidad. "Sobre el Secreto" (1985) nos habla sobre la isla Pohnpei y las ruinas de la enigmática ciudad acuática de Nan Matol. "Pacto de Silencio" (1987) del que nos referiremos más adelante y "El Muñeco Humano" (1989) que plantea la posibilidad de que hayamos sido fabricados por una civilización cósmica.
Durante el año 1981 la economía de España tocaba fondo, a pocos años del fin de la dictadura de Franco la democracía todavía no hacía pié y en febrero de ese año hubo un fallido intento de golpe de estado. Se especulaba con los productos de primera necesidad y la venta ambulante era algo cotidiano. Esta distribución ofrecía productos de dudosas garantías sanitarias. En esa época el aceite de colza (hoy más conocido como de canola) tenía prohibida su importación salvo para uso industrial, para esto se exigía que se desnaturalice el producto para evitar el consumo humano. El 7 de mayo de 1981 el diario El País mencionaba la posibilidad de un brote de, lo que mencionaron en su momento, "la enfermedad del legionario". El niño Jaime Vaquero García de 8 años había fallecido el 1 de mayo en Torrejón de Ardoz (Madrid) y 8 personas más presentaban síntomas similares. Los médicos no lograban tener en claro el motivo del brote y para el 10 de mayo ya eran 40 los afectados y 3 los fallecidos. El ritmo fue de 1 muerte y 100 nuevos casos al día. Ante este escenario el director del Hospital del Rey, el Dr. Antonio Muro Fernández-Cavada sugiere, dada la patología de los pacientes, que la vía de contagio es digestiva y no de transmisión aérea como se pensaba. Se apuntó a la ingesta de ensaladas o aceites. La versión oficial y final afirmó que el brote fué causado por el consumo de aceite de colza que era de uso industrial y que fuera refinado para la venta hogareña. En su libro Faber-Kaiser apoya la teoría del Dr. Antonio Muro, quién descartó de plano al aceite como causante, afirmando que la causa fue una partida de tomates tratada con agroquímicos tóxicos, esto le valió su despido del Hospital. También se afirma que el Gobierno Español estaba al tanto de esta situación pero no hizo nada al respecto dado que detrás de la fabricación del agroquímico estaba la Multinacional Bayer. Muchos piensan que esta denuncia en contra de la versión oficial pudo haberle costado la vida. El Síndrome Tóxico, como se denominó a esta enfermedad, dejó un saldo de más de 1.000 muertos y 25.000 afectados.
Como cierre de este pequeño homenaje me gustaría referirme a una pequeña anécdota que cuenta el investigador Juan José Benítez en su libro "Mágica Fe" (1994): entre el 14 y el 19 de octubre de 1985 se realizó en San José, Costa Rica, el Congreso Internacional 100 años de Investigación de los Grandes Misterios del Hombre. Llegaron a San José, el Dr, Jacques Vallee, el Dr, John C. y Antonietta Lilly, el Dr Andrija Pujarich, el periodista John A. Keel, el escritor Charles Berlitz, el Dr. Javier Cabrera, el Dr. Jacobo Greenberg, el psicólogo Carlos de Leon, los escritores españoles Salvador Freixedo, Juan José Benítez, Andreas Faber Kaiser y el Ing. Enrique Castillo Rincón. En la sobremesa de una cena de camaradería alguien propone definir el concepto de la amistad, los comensales uno a uno van exponiendo su idea sobre la amistad y le llega el turno a Faber-Kaiser, así lo expresa Benítez en su libro:
La amistad, como los sentimientos y la inteligencia, es inmortal.
Sorpresa.
Y Andreas es obligado a desenredar la idea.
Los amigos, con mayúsculas - puntualiza echando por delante su proverbial ironía - son los únicos de fiar... "aquí y allá".
El fiscal del escepticismo protesta.
Aceptada. Explíquese, señor Faber.
Después de la muerte - redondea - , la verdadera amistad continúa intacta.
Andreas Faber-Kaiser (Fan Page Facebook) |
En junio de 1976 aparece el primer número de la publicación "Mundo Desconocido" concebida por Faber-Kaiser en colaboración con el investigador argentino Alejandro Vignati. Hasta su último número aparecido a finales de 1982 sus páginas le permitieron al publico español disfrutar de investigaciones y colaboraciones de grandes autores e investigadores del mundo como ser: Peter Kolosimo, Erich von Daniken, J. Allen Hynek, Aimé Michel, Zecharia Sitchin, Jacques Vallée, Salvador Freixedo, Fernando Jiménez del Oso, Antonio Ribera, Enrique de Vicente y Juan José Benítez entre otros. Faber-Kaiser también publicó varios libros: "¿Sacerdotes o Cosmonautas?" (1971), "Los Grandes Enigmas del Cielo y de la Tierra" (1973). En 1976 localizó la supuesta tumba de Jesús en la frontera de Pakistán con Cachemira, esta investigación derivó en el libro "Jesús Vivió y Murió en Cachemira". Después de presentar algunos libros sobre documentos Ovni de la CIA en 1984 edita "La Caverna de los Tesoros" donde se narra el viaje de los Reyes Magos a Belén, el secreto de los gigantes y otros temas apasionantes. Ese mismo año también nos presenta "Las Nubes del Engaño" y "Fuera de Control" ambos dedicados a la causística Ovni en la historia de la Humanidad. "Sobre el Secreto" (1985) nos habla sobre la isla Pohnpei y las ruinas de la enigmática ciudad acuática de Nan Matol. "Pacto de Silencio" (1987) del que nos referiremos más adelante y "El Muñeco Humano" (1989) que plantea la posibilidad de que hayamos sido fabricados por una civilización cósmica.
Durante el año 1981 la economía de España tocaba fondo, a pocos años del fin de la dictadura de Franco la democracía todavía no hacía pié y en febrero de ese año hubo un fallido intento de golpe de estado. Se especulaba con los productos de primera necesidad y la venta ambulante era algo cotidiano. Esta distribución ofrecía productos de dudosas garantías sanitarias. En esa época el aceite de colza (hoy más conocido como de canola) tenía prohibida su importación salvo para uso industrial, para esto se exigía que se desnaturalice el producto para evitar el consumo humano. El 7 de mayo de 1981 el diario El País mencionaba la posibilidad de un brote de, lo que mencionaron en su momento, "la enfermedad del legionario". El niño Jaime Vaquero García de 8 años había fallecido el 1 de mayo en Torrejón de Ardoz (Madrid) y 8 personas más presentaban síntomas similares. Los médicos no lograban tener en claro el motivo del brote y para el 10 de mayo ya eran 40 los afectados y 3 los fallecidos. El ritmo fue de 1 muerte y 100 nuevos casos al día. Ante este escenario el director del Hospital del Rey, el Dr. Antonio Muro Fernández-Cavada sugiere, dada la patología de los pacientes, que la vía de contagio es digestiva y no de transmisión aérea como se pensaba. Se apuntó a la ingesta de ensaladas o aceites. La versión oficial y final afirmó que el brote fué causado por el consumo de aceite de colza que era de uso industrial y que fuera refinado para la venta hogareña. En su libro Faber-Kaiser apoya la teoría del Dr. Antonio Muro, quién descartó de plano al aceite como causante, afirmando que la causa fue una partida de tomates tratada con agroquímicos tóxicos, esto le valió su despido del Hospital. También se afirma que el Gobierno Español estaba al tanto de esta situación pero no hizo nada al respecto dado que detrás de la fabricación del agroquímico estaba la Multinacional Bayer. Muchos piensan que esta denuncia en contra de la versión oficial pudo haberle costado la vida. El Síndrome Tóxico, como se denominó a esta enfermedad, dejó un saldo de más de 1.000 muertos y 25.000 afectados.
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Como cierre de este pequeño homenaje me gustaría referirme a una pequeña anécdota que cuenta el investigador Juan José Benítez en su libro "Mágica Fe" (1994): entre el 14 y el 19 de octubre de 1985 se realizó en San José, Costa Rica, el Congreso Internacional 100 años de Investigación de los Grandes Misterios del Hombre. Llegaron a San José, el Dr, Jacques Vallee, el Dr, John C. y Antonietta Lilly, el Dr Andrija Pujarich, el periodista John A. Keel, el escritor Charles Berlitz, el Dr. Javier Cabrera, el Dr. Jacobo Greenberg, el psicólogo Carlos de Leon, los escritores españoles Salvador Freixedo, Juan José Benítez, Andreas Faber Kaiser y el Ing. Enrique Castillo Rincón. En la sobremesa de una cena de camaradería alguien propone definir el concepto de la amistad, los comensales uno a uno van exponiendo su idea sobre la amistad y le llega el turno a Faber-Kaiser, así lo expresa Benítez en su libro:
La amistad, como los sentimientos y la inteligencia, es inmortal.
Sorpresa.
Y Andreas es obligado a desenredar la idea.
Los amigos, con mayúsculas - puntualiza echando por delante su proverbial ironía - son los únicos de fiar... "aquí y allá".
El fiscal del escepticismo protesta.
Aceptada. Explíquese, señor Faber.
Después de la muerte - redondea - , la verdadera amistad continúa intacta.
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